Antón Castro habla de la Feria del libro de Monzón
Hacía algunos años que no iba a la Feria del Libro de Monzón. Tal vez dos o tres. Es un lugar al que siempre me gusta ir porque es una pequeña fiesta, sostenida en el tiempo, olvidada durante años por la política oficial y recuperada ahora, aunque tampoco sin grandes aspavientos. Domina la ilusión y el voluntarismo, y quizá no habría estado mal un poco de reflexión. Habría que repensarla para mejorarla desde el absoluto respeto, desde la idea de que ha sido y es un éxito, pero aún así, ahí está, ofreciendo novedades, alegría, variedad, recomenzando como el mar año tras año. En su blog.
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